sábado, 14 de diciembre de 2024

SUTRA DEL CORAZÓN

 

Prajñaparamita Buddha - La Madre de todos los Budas

MAHA PRAJÑAPARAMITA HRIDAYA SUTRA

[Enseñanza del Buda y sus discípulos sobre la esencia de la Gran Sabiduría Ida Más Allá]

El Sutra del Corazón de la Esencia del Conocimiento Trascendente

[Sutra – tejido de enseñanzas]

Así he oído: Cierta vez el Bienaventurado [el buda] se hallaba morando en el dominio real del Pico del Buitre, junto con una gran asamblea de monjes y Bodhisattvas [discípulos que ponen en práctica la verdadera sabiduría y la verdadera compasión]. En aquella ocasión el Bienaventurado entró en el samadhi [absorción meditativa] que examina los dharmas [los fenómenos], llamado de la "Iluminación Profunda", y en el mismo momento el noble Avalokiteshvara, el Bodhisattva Mahasattva [de la gran pureza], mirando la profunda práctica del conocimiento trascendente, vio los cinco skandhas [los cinco componentes del yo] y su natural vacuidad.


Entonces, por inspiración del Buddha, Shariputra dijo a Avalokiteshvara: "¿Cómo deben practicar estos nobles, que desean seguir la profunda práctica  del conocimiento trascendente?"


Avalokiteshvara respondió: "Shariputra, quienquiera desee seguir la profunda práctica del conocimiento trascendente debe mirarlo de este modo, viendo los cinco skandhas y su natural vacuidad. La forma es vacío, el vacío mismo es forma; el vacío no es otra cosa que forma, la forma no es otra cosa que vacío; de igual modo el sentir, la percepción, el concepto y la consciencia [los 5 componentes del yo] son vacuidad. Todos los dharmas son así vacuidad, y no poseen características. Son no nacidos y no cesan, no son puros ni impuros, no decrecen ni aumentan. Por lo tanto, ya que todo es vacuidad, no hay forma, no hay sentimiento, no hay percepción, no hay concepto, y no hay consciencia, no hay cuerpo, y no hay mente; no hay apariencia, no hay sonidos, no hay olor, no hay gusto, no hay sensación, y no hay objetos de la mente; no hay cualidad de la vista, no hay cualidad del oído, no hay cualidad del olfato, no hay cualidad del gusto, no hay cualidad del tacto, no hay cualidad del pensamiento, y no hay cualidad de la consciencia de la mente; no hay nidanas [los doce eslabones del surgimiento interpendiente], desde el nacimiento hasta la vejez y la muerte, y no hay desgaste de ellos; no hay sufrimiento, no hay causa del sufrimiento, no hay fin del sufrimiento, ni senda alguna [las cuatro nobles verdades]; no hay sabiduría, no hay logro, y no hay no logro. Por lo tanto, ya que no hay logro, los Bodhisattvas se atienen al conocimiento trascendente [todo trascienden]; y puesto que no hay obscuridad de la mente, ellos no tienen miedo, trascienden la falsedad y pasan allende los límites de la aflicción. Todos los Buddhas que moran en el pasado, en el presente y en el futuro, por medio del conocimiento trascendente despiertan con plenitud y claridad a la iluminación completa, insuperada, verdadera. Por lo tanto el mantra del conocimiento trascendente, el mantra de la visión profunda, el mantra insuperado, el mantra [fórmula oral o herramienta de la mente para la evocación de la verdad] sin igual, el mantra que calma todo sufrimiento, debe ser conocido como verdad, pues no hay engaño. En el conocimiento trascendente el mantra es proclamado:


TADYATHA

OM GATE  GATE  PARAGATE  PARASAMGATE    BODHI   SVAHA


IDA,  IDA,  IDA  MÁS  ALLÁ, IDA  AÚN  MÁS  ALLÁ  —LA SABIDURÍA—  ASÍ  ES.

(“Anda, anda, anda más allá, mucho más allá, encuéntrate en el Despertar”)


¡Oh Shariputra!, es así como un Bodhisattva Mahasattva debe aprender el profundo conocimiento trascendente".


Entonces el Bienaventurado se levantó de aquel samadhi y alabó al Bodhisattva Mahasattva Avalokiteshavara, diciendo: "¡Bien, bien, oh hijo de noble familia! [nobles son quienes ejercen la compasión] El profundo conocimiento trascendente debe ser practicado tal cual lo has enseñado, y los Tathâgatas [los que se ha ido hacia Eso, lo trascendente, los budas] quedarán regocijados".


Cuando el Bienaventurado hubo dicho esto, Shariputra y Avalokiteshvara, aquella asamblea entera, y el mundo con sus dioses, hombres, asuras [titanes], gandharvas [músicos celestes], con sus corazones llenos de alegría, alabaron las palabras del Bienaventurado.