Existen
cinco meditaciones en la gran felicidad a través de la conciencia pura:
“Visión
es mente, mente es vacío, Vacío es clara luz, clara luz es unión, unión es
felicidad absoluta”.
La Gran
Felicidad es aquella que todos poseemos como base, en nuestro interior, y que
ignoramos. Esta ignorancia es la razón del sufrimiento. Estamos tan distraídos
buscando la felicidad en el mundo externo y material que no nos damos bien
cuenta de qué está pasando en nuestra dimensión interior, y qué es lo que en
realidad hay en el trasfondo de ella:
Gran Felicidad. La meditación nos
permite acceder a esa Base. Y Luego de disolver los velos de la ignorancia,
habrá que integrar y aplicar esa experiencia a nuestra vida concreta, para
resolver sufrimientos, tensiones, estrés, etc.
La
Consciencia Pura es la facultad cognitiva humana, la capacidad de darse cuenta,
de conocer, sentir y percibir del ser humano. Esta Consciencia Pura siempre
está presente en nosotros, pues la usamos para todo. Pero estamos tan
distraídos con las diferentes formas que adopta la Consciencia, que prácticamente
nunca tenemos consciencia de la Consciencia Pura. Por lo tanto es difícil tener
consciencia de la Felicidad Absoluta, y más bien nos reducimos frecuentemente a
tan sólo perseguir felicidades fugaces, impermanentes, y a aferrarnos a ellas
con apego, lo cual produce sufrimiento.
Lo que
descubrimos a través de las cinco meditaciones es lo siguiente:
Lo que
creemos que es importante, quizás sea sólo una interpretación de nuestra mente.
La ‘visión’, o cómo vemos o comprendemos las cosas (por ejemplo el sufrimiento),
quizás no sea la realidad verdadera, sino que quizás sea solamente una creación
de nuestra mente. Eso le quita peso o fuerza al sufrimiento, y eso es
liberador.
¿Y qué
es la mente? Cuando nos damos cuenta de la verdadera condición de la mente, de lo
que somos nosotros mismos, en ese momento se despliega y se descubre el sentido
más puro de sí mismo. Descubrimos nuestra apertura, el espacio o “vacío” de la
mente. La mente no está limitada por los dolores o sufrimientos, no es un límite.
¿Y qué
es ese espacio mental o ‘vacío’? Es Consciencia. Al darnos cuenta de eso
descubrimos o despertamos a esa sensación de amplitud o vastedad. Antes ignorábamos
esa condición, ahora despertamos a esa ausencia de límites. No hay separación
entre el estado de conciencia despierta (luz, iluminación) y el espacio mental
(ligereza). Cuando descubrimos la unión de ambos alcanzamos madurez en esta
experiencia: llegan la alegría y la felicidad. Esa unión es felicidad absoluta.
Cuando experimentamos esa unión viene también la felicidad.
Para
tener consciencia de la Gran Felicidad de la Consciencia Pura es muy importante
contar con estas cinco meditaciones en la práctica individual. Hay que hacer el
recorrido de regreso para llegar de nuevo a la base o esencia, por el mismo
camino en el que perdimos ese contacto. Por ello es necesario cultivar esta
serie de cinco meditaciones para descubrir nuestra verdadera condición.
Este sistema de cinco meditaciones está
basado en las enseñanzas del yogi tibetano del siglo VIII Dawa Gyaltsen, tal
como nos han sido transmitidas en la actualidad por el maestro tibetano de Bon
Budismo, Tenzin Wangyal Rinpoché.