El Dolor es inevitable
El sufrimiento es optativo
La felicidad es un estado de contento
interior, no depende de la satisfacción de deseos exteriores.
Estamos tan familiarizados
con la infelicidad! Hemos llegado a creerla normal. Vivimos confundidos,
cerrados, insatisfechos. Pero esto no es obligatorio.
Es posible buscar la
felicidad, y encontrarla. No es una utopía, muchas personas lo han hecho, allí donde por
lo general no buscamos: en nuestro interior. Y al encontrarla, es posible dejar
que impregne nuestras vidas, nuestro entorno, nuestras relaciones. Que todo sea
más cálido y pleno. Eso sucede cuando nos familiarizamos con el contento
interior, a pesar de todo, a pesar de las circunstancias.
La familiaridad con el bien,
la verdad y la belleza que hay en nuestro interior es posible cuando
descendemos hacia lo más profundo de nuestro océano interior, al centrarse en
la Fuente de calidez que hay en nuestro interior, que tanto tiempo ha estado
ocultado por el oleaje superficial de las emociones negativas y conflictivas
que nos afligen, comenzando por el estrés, el miedo y la cólera.
La vida es hermosa, pues está
llena de posibilidades y potencialidades, hemos desarrollado sólo algunas de
ellas, incluso a veces las más autodestructivas. La vida es un enigma por
develar, no la vivamos automáticamente, desarrollemos consciencia de nuestra
capacidad de ser felices.
Podemos ser felices a pesar
de nuestros defectos y errores, que aunque parezcan ser parte inherente de
nuestra personalidad, son sólo malas costumbres, fruto de las acciones
repetidas con las que solemos perturbarnos. No somos así, hemos llegado a
parecer así, entonces podemos llegar a ser de otra manera. Hay esperanza.