La
mente siempre está fluyendo. ¿Cómo podría estar detenida ?! Es por confusión
que a veces la mente se lee a sí misma como trabada, atracada, atada, presa,
bloqueada. Entonces es que producimos la jaula, artificialmente, y sufrimos. Por
ejemplo cuando ‘no soltamos’, cuando ‘no nos abrimos’. Pero la mente siempre está
‘soltando’/ siempre está ‘suelta’. Siempre está ‘abierta’, sólo tenemos la sensación de bloqueo, de aferramiento,
de apego.
Si
reconocemos el flujo, la apertura, la soltura, que ya se está dando/ que ya
existe, no nos aferraríamos al dolor (aparente). Sólo mira con atención. El
dolor emocional es sólo una apariencia, un aferramiento aparente, un bloqueo
aparente. Es ‘virtual’.
El
sufrimiento, la angustia, el dolor, se produce cuando la mente se considera a
sí misma trabada. No se puede decir que la mente se bloquea, realmente. Lo que
pasa es que a la mente le da la impresión, tiene la sensación, de que se
bloquea. Se ha hecho la historia de que se bloquea.
El
bloqueo/ el dolor/ el sufrimiento es tan sólo una explicación, una lectura, (y
una lectura supone siempre una interpretación), una sensación. Una tensión. Es
tan solo una proyección de la propia mente.
El
dolor es sólo una interpretación.
Por
eso el dolor se cura con la claridad, viendo
que no hay tal proyección. Y para tener claridad primero hay que calmar la
mente. Relajarla. Eso es lo que se llama en tibetano el Trekchod. Cortar a través de nuestras tensiones.
La
mente/ los pensamientos no son sólidos, son fluídos, impermanentes, no se
pueden bloquear, no pueden quedarse a sufrir, no pueden detenerse en el
sufrimiento, aún el sufrimiento es un flujo, al cual, como no es sólido, uno no
se puede aferrar. Deja que el sufrimiento fluya / sea / se manifieste / duela, ya
se agotará/ cambiará/ se desvanecerá.
La
tensión es una sensación, una impresión, pasajera,
una dureza / rigidez / bloqueo/ aparente. Lo que duele es creer que va a durar,
creer que está durando, creer que nunca se va a ir. Bastaría dejar que el
tiempo pase, sin impaciencia ni ansiedad.
La
ansiedad es debida a creer que se ha producido un bloqueo, y que el cambio, la
liberación, no vendrá nunca, o que se está demorando. Sencillamente uno no ve
que ya está fluyendo.
Uno
no reconoce que el karma es un flujo, que tras la acción o causa viene el
efecto, el cual es causa de un nuevo efecto, y así sucesivamente. Sólo suelta, que
ya todo fluye por sí solo. En toda causa pon otra causa, con calma, claridad y
relajación, (fluyendo), para alterar el curso del flujo.