El punto de vista budista en general es que el propio placer y el dolor son causados por uno mismo, y no son dados desde el exterior, y que por lo tanto todos los seres, ellos mismos, deben comprender y aplicar las prácticas para lograr su propia felicidad.
Por lo tanto, la forma más eficaz de ayudar a los otros es a través de la enseñanza. La enseñanza de
aquello que debe ser adoptado en la
práctica y lo que debe ser
desechado en el comportamiento.
No hay manera de hacer esto a menos que se llegue a conocer todo lo que debería ser adoptado en la práctica y todo lo que debe ser desechado –se debe
llegar a manifestar la omnisciencia que tienen todos los
seres como su base original.
No hay manera de lograr esto,
excepto a través de la eliminación de las
obstrucciones a tal omnisciencia. Uno
que haya vencido, absolutamente y para
siempre las obstrucciones a la
omnisciencia, es un Buda.
The Dalai Lama at Harvard: Lectures on the Buddhist Path to Peace (El Dalai Lama en Hatvard: Conferencias sobre el camino budista a la paz).