domingo, 12 de agosto de 2012

ENTRENAMIENTO DE LA MENTE PARA LA FELICIDAD



La Felicidad puede aprenderse y practicarse. Nuestras vidas pueden ser más agradables. La Felicidad con mayúscula es la Felicidad Interior. Dependemos del éxito exterior, pero apenas las circunstancias cambian, ¿cuán estable somos por dentro? La serenidad a pesar de todo, de todos los cambios, de todas las inseguridades, es una posibilidad real.

Pregúntate: Eres feliz, profundamente? ¿Practicas la Felicidad todos los días? ¿Estás dejando la felicidad al azar de las circunstancias? ¿No te come el día a día? La sensación de avance real es muy lenta, y siempre tenemos ansiedad por más. Detrás de todas las experiencias cotidianas, ¿no hay una angustia general que nos empeñamos en desaparecer con el consumo, la distracción, el agrado pasajero? ¿No estamos recomenzando siempre, con incertidumbre por el futuro?

Todos buscamos la Plenitud, bajo sus apariencias de buena salud, prosperidad segura, afectos cálidos y para toda la vida. Pero los problemas diarios nos abruman, y el aburrimiento amenaza con volver ya no más atractivos los logros difícilmente alcanzados. La Plenitud no parece ser parte de nuestra agenda diaria.

Hay un estado de seguridad interior, de profunda satisfacción, que no se ve amenazada por  las variaciones del tiempo y las crisis. Para alguien que practique la Felicidad Interior todo se vuelve más agradable, la sensación de alivio es más frecuente y hasta permanente. Hay un estado de flujo, de armonía que deshace todas las trabas, que hace que los obstáculos ya no importen tanto, que las pérdidas sean más llevaderas.

El gozo interior es una posibilidad real.