LA MEDITACIÓN, OBSTÁCULOS Y ANTÍDOTOS
Extraído del
libro de S.S. el Dalai Lama "Transformando la Mente"
La meditación es una
disciplina espiritual que nos permite tener cierto grado de control sobre los
pensamientos y las emociones.
Nuestro
estado mental es tal que nuestros pensamientos y emociones son desmedidos e
ingobernables, sin que tengamos la capacidad de comandarlos. Estos tienden a
ser controlados por nuestros impulsos negativos y no siempre de los positivos.
Por ello debemos obtener el control de nuestras propias mentes.
Esto puede
lograrse mediante un entrenamiento como la meditación, familiarizándose con
hacer que la mente esté más enfocada, en vez de distraerse persiguiendo tantas
cosas. La meditación concentrada es establecerse tranquilamente en un
objeto positivo, y se llama Shamatha, o Calma mental.
Pero esto
no es suficiente. Combinamos esa práctica con
el discernimiento penetrante o meditación analítica, el
Vipashyana, o Visión Penetrante.
Una de las
modalidades del Vipashyana (o Vipassana) es aplicando el razonamiento,
reconociendo las fortalezas y debilidades de los distintos tipos de emociones y
pensamientos, sus ventajas y desventajas. Así podemos ampliar nuestros estados mentales positivos
que contribuyen a nuestra serenidad, tranquilidad y contentamiento, y reducir
las actitudes y emociones que conducen al sufrimiento y la insatisfacción.
Ambos tipos
de meditación se practican en casi todas las tradiciones
religiosas principales, con diferentes nombres y estilos. Por ello se puede
decir que se puede integrar ambos tipos de meditación a una
religión teista. Con ello se podría llegar a
una fe en Dios sentida profundamente, mediante el encuentro de razones
inspiradoras y profundas, y luego se podría descansar
la mente en ese estado, y permanecer enfocado en calma o concentración mental.
LOS CUATRO OBSTÁCULOS DE LA MEDITACIÓN
1. La Divagación mental o
distracción
Surge en el
nivel más elemental de la mente, y es la tendencia de
nuestros sentimientos a ser dispersos. Nuestra mente pierde muy rápidamente
su poder de atención y se distrae, arrastrada por ideas o recuerdos que
pueden ser placenteros o desagradables.
2. El
Embotamiento o adormecimiento
Es la
tendencia a quedarse dormido. Es también cuando
hay sopor, pues aún sin estar durmiendo podemos experimentar el
adormecimiento
3. La
Laxitud mental
Ocurre en
un nivel sutil de la mente. Nuestra mente es incapaz de retener la agudeza y
claridad. Es como tomarse una pausa, un respiro, y se puede sentir bastante
agradable porque se descansa. A pesar de esto, es un obstáculo para
la meditación, aunque todavía haya un
grado de claridad. No se ha perdido el enfoque de la atención, pero la
alerta no está. Aunque se tenga una cierta claridad en la percepción del objeto,
en este estado de la mente no hay vitalidad. Para un practicante serio es muy
importante distinguir entre la laxitud mental y la genuina meditación. Es aún más crítico cuando
se habla de varios grados de laxitud mental.
4. La
Excitación mental o agitación
Surge de la
naturaleza fluctuante o cambiante de nuestra mente. Cuando la mente está demasiado alerta o tensa se
vuelve excitable y se agita fácilmente.
Nuestros pensamientos van tras distintas ideas y objetos, lo que nos hace
sentir contentos o deprimidos. Lleva a todo tipo de ánimos y
estados emocionales. Es una su categoría de la
Distracción, pero se refiere más específicamente a
las distracciones asociadas con los objetos placenteros, que son los que más nos
distraen de la meditación, y pueden ser registros de experiencias pasadas o
de algo que hemos disfrutado, o pensamientos sobre algo que quisiéramos
experimentar.
De los
cuatro obstáculos, los dos principales son la Distracción y la
Laxitud mental.
CONSEJOS Y ANTÍDOTOS
El
Adormecimiento parece estar conectado con nuestro estado físico, pues
sin estar durmiendo podemos experimentar el adormecimiento. Revisar lo que
comemos en cuanto a lo que ingerimos y su cantidad. Un buen comportamiento dietético es un
antídoto efectivo para el adormecimiento mental.
Para la
Laxitud mental se recomienda estar lo suficientemente alerta, y vigilar nuestra
energía que puede estar baja. Hay que encontrar la forma
de levantar el ánimo, y una de las mejores formas de hacerlo es
cultivando un sentido de la alegría al
recordar nuestros logros, o pensar en los aspectos positivos de nuestra vida.
Este es el antídoto principal para la Laxitud, que es un estado
neutral de la mente, en el sentido que no es virtuoso ni no virtuoso, en el
sentido que no provoca pensamientos o acciones de una u otra índole. En
el caso de practicarse una religión teista se
puede levantar el estado mental contemplando la gracia de Dios, o la compasión divina,
lo que puede despertar la alegría.
La Agitación surge
cuando nuestro estado mental es demasiado alto y nos encontramos
sobreexcitados. El antídoto es bajar a un nivel más sobrio,
por ejemplo reflexionando sobre algo que dé sobriedad, como la muerte o la naturaleza
transitoria de la vida, o el lado fundamentalmente no satisfactorio de la
existencia humana. Pensamientos de humildad pueden ayudar, como por ejemplo con
cuanta frecuencia no podemos practicar las virtudes, o recordando nuestras
faltas.
EN GENERAL LA INTROSPECCIÓN Y LA ATENCIÓN
Lo que se
requiere es practicar dos facultades mentales, la atención y la
introspección. Con esta última
desarrollamos una vigilia que nos permite ver si estamos bajo el influjo de la
excitación o de la distracción, o si se está enfocado o se está cayendo en el adormecimiento.
Una vez que
hemos observado nuestro estado mental con la Introspección, la
Atención nos permite traer la atención de vuelta
al objeto de la meditación, y permanecer enfocados en él. La práctica de la
Atención es la esencia de la meditación. Lo más
importante es aplicar la Atención de forma
continua y mantener un esfuerzo permanente. Resulta irreal esperar resultados
en un corto tiempo, se requiere un esfuerzo sostenido y continuo.
Independientemente
de si usamos o no el término meditación, el modo
de meditación
analítica se aplica de hecho por parte de todos en la
vida cotidiana, por ejemplo un empresario debe tener facultades críticas
agudas, examinar los pros y contras en las negociaciones, etc. Son las mismas
habilidades analíticas que se usan en la meditación.
En general
de los dos tipos de meditación, la analítica es la
que parece tener un mayor efecto en el proceso de transformación del corazón y la
mente.