“Hace poco vi unos dibujos animados de unos peces nadando alrededor de un anzuelo, y un pez le dice a otro: El secreto es el no apego. No muerdas el anzuelo.
Apego es la urgencia, el gancho que dispara nuestra tendencia habitual a cerrarnos. Enganchamos en ese momento de tensarnos, cuando lo que buscábamos era el alivio. Para desenganchar reconocemos ese momento de incomodidad y nos aprendemos a relajar alli mismo.
La palabra tibetana shenpa quiere decir apegarse, enganchar, cargarse. Es la carga emocional que nos empuja –‘obliga’– al gusto o disgusto. Es una sensacion pegajosa, que causa que nos encojamos, apretemos y ajustemos la mente y el cuerpo.
Reaccionamos en piloto automático (inconscientemente), experimentamos una urgencia a actuar, a movernos, sentimos una incomodidad, una inquietud, una tensión, como quererse rascar cuando pica, todo eso es shenpa: ya enganchamos.
Es que percibimos la inseguridad subyacente de la experiencia humana, inherente a un mundo que cambia. ‘Como sentirse atados por una camisa de fuerza’. Entonces nos ponemos en piloto automático, y buscamos agarrarnos de algo: Enganchamos. Luego queremos liberarnos.
Algunas veces Shenpa es tan fuerte que incluso quisieramos morir consiguiendo este alivio de corto plazo. La inercia detras de la urgencia es tan fuerte que nunca nos libramos del patron habitual de buscar el veneno, creyendo buscar comodidad.
Cuando renunciamos o nos refrenamos, no estamos negando la comida, el sexo, el trabajo o las relaciones, a lo que renunciamos y refrenamos es shenpa.
Con paciencia, posterga la reaccion automatica: se disolvera. Reconoce lo que esta pasando, aceptalo, relajate y suelta, y no actues. Abrete.
La Meditacion nos educa en relajar, soltar, abrirnos a cualquier cosa que surja. Nos enseña a sentir la urgencia a actuar, y a interrumpir la inercia que sigue. Así interrumpimos la reaccion en cadena que gobierna nuestras vidas."
De “Como enganchamos y desenganchamos”, por la maestra budista Pema Chodron
