sábado, 2 de febrero de 2013

LAS CINCO MEDITACIONES EN LA GRAN FELICIDAD DE LA CONSCIENCIA PURA




Existen cinco meditaciones en la gran felicidad a través de la conciencia pura: 


“Visión es mente, mente es vacío, Vacío es clara luz, clara luz es unión, unión es felicidad absoluta”. 


La Gran Felicidad es aquella que todos poseemos como base, en nuestro interior, y que ignoramos. Esta ignorancia es la razón del sufrimiento. Estamos tan distraídos buscando la felicidad en el mundo externo y material que no nos damos bien cuenta de qué está pasando en nuestra dimensión interior, y qué es lo que en realidad hay en el trasfondo de  ella: Gran Felicidad.  La meditación nos permite acceder a esa Base. Y Luego de disolver los velos de la ignorancia, habrá que integrar y aplicar esa experiencia a nuestra vida concreta, para resolver sufrimientos, tensiones, estrés, etc.



La Consciencia Pura es la facultad cognitiva humana, la capacidad de darse cuenta, de conocer, sentir y percibir del ser humano. Esta Consciencia Pura siempre está presente en nosotros, pues la usamos para todo. Pero estamos tan distraídos con las diferentes formas que adopta la Consciencia, que prácticamente nunca tenemos consciencia de la Consciencia Pura. Por lo tanto es difícil tener consciencia de la Felicidad Absoluta, y más bien nos reducimos frecuentemente a tan sólo perseguir felicidades fugaces, impermanentes, y a aferrarnos a ellas con apego, lo cual produce sufrimiento.


Lo que descubrimos a través de las cinco meditaciones es lo siguiente: 


Lo que creemos que es importante, quizás sea sólo una interpretación de nuestra mente. La ‘visión’, o cómo vemos o comprendemos las cosas (por ejemplo el sufrimiento), quizás no sea la realidad verdadera, sino que quizás sea solamente una creación de nuestra mente. Eso le quita peso o fuerza al sufrimiento, y eso es liberador.


¿Y qué es la mente? Cuando nos damos cuenta de la verdadera condición de la mente, de lo que somos nosotros mismos, en ese momento se despliega y se descubre el sentido más puro de sí mismo. Descubrimos nuestra apertura, el espacio o “vacío” de la mente. La mente no está limitada por los dolores o sufrimientos, no es un límite. 


¿Y qué es ese espacio mental o ‘vacío’? Es Consciencia. Al darnos cuenta de eso descubrimos o despertamos a esa sensación de amplitud o vastedad. Antes ignorábamos esa condición, ahora despertamos a esa ausencia de límites. No hay separación entre el estado de conciencia despierta (luz, iluminación) y el espacio mental (ligereza). Cuando descubrimos la unión de ambos alcanzamos madurez en esta experiencia: llegan la alegría y la felicidad. Esa unión es felicidad absoluta. Cuando experimentamos esa unión viene también la felicidad.


Para tener consciencia de la Gran Felicidad de la Consciencia Pura es muy importante contar con estas cinco meditaciones en la práctica individual. Hay que hacer el recorrido de regreso para llegar de nuevo a la base o esencia, por el mismo camino en el que perdimos ese contacto. Por ello es necesario cultivar esta serie de cinco meditaciones para descubrir nuestra verdadera condición.


Este sistema de cinco meditaciones está basado en las enseñanzas del yogi tibetano del siglo VIII Dawa Gyaltsen, tal como nos han sido transmitidas en la actualidad por el maestro tibetano de Bon Budismo, Tenzin Wangyal Rinpoché.