sábado, 28 de septiembre de 2013

VIDA PLENA, MUERTE SERENA Preparacion para la muerte






Conociendo la muerte

Al igual que con muchas verdades profundas, la gente tiende a decir sobre las meditaciones de sensibilización a la muerte: Sí, ya sé todo eso. Sé que voy a morir algún día. Ya sé que no puedo llevarme nada conmigo. Sé que mi cuerpo se va a hacer polvo. Y al igual que con otras cosas, podríamos decir que lo sabemos y que no lo sabemos. Lo sabemos en nuestras cabezas, pero no lo  hemos entendido en nuestros corazones. No hemos permitido que esta verdad  penetre en la médula de los huesos. Si lo hubiésemos hecho, viviríamos de otra manera, con más sentido. Toda nuestra vida sería diferente. También el planeta sería diferente.

A lo largo de nuestra vida, nuestro cuerpo ha sido nuestro compañero más cercano. A veces ha parecido que era todo lo que somos. Hemos pasado horas lavándolo y limpiándolo, y peinándolo y cepillándolo, cuidando nuestro cuerpo en todo tipo de formas. Lo hemos alimentado y hecho descansar. Podemos haber tenido diferentes actitudes hacia él, a veces queriéndolo y a veces odiándolo. Pero ahora en el momento de la muerte, este compañero, el más cercano, que ha pasado por todo con nosotros, ya no estará aquí. Ya no respirará el oxígeno. No va a circular la sangre por él. Este cuerpo que durante tantos años estaba tan lleno de vitalidad estará sin vida. Va a ser un cuerpo sin vida.

El primer Panchen Lama, maestro budista tibetano del siglo XIV decía: “Este cuerpo que hemos querido  durante tanto tiempo nos decepciona y abandona en el momento en que más lo necesitamos”.
Por cierto que éste no será el último cambio que sufrirá. Como fenómeno físico, el cuerpo muerto, si no es incinerado, se descompone, y se usa la reflexión sobre el proceso de la muerte en la práctica budista, con el fin de acercar la realidad de la muerte a nuestro entendimiento.

La tradición budista ofrece una teoría del proceso de la muerte que puede ser muy útil para prepararse a este hecho inevitable.

“En verdad , mi cuerpo físico actual, por ser impermanente, es de la misma naturaleza ilusoria que el cuerpo que uno recuerda o imagina. No va a ir más allá de esta naturaleza. Es la misma ley”. Nuestros cuerpos no nos pertenecen a nosotros, sino a la naturaleza. Y no hay nada en la naturaleza que mantenga una forma estable.

Reflexionar de esta manera nos ayuda a llegar a estar en paz con la naturaleza precaria y fugaz del cuerpo. Si lo consideramos con sabiduría, vemos que no puede ser de otra manera. Si el temor o la resistencia aparecen, meditamos en eso también con una conciencia sin prejuicios, viendo que los pensamientos y emociones surgen y desaparecen.

El maestro budista tailandés Ajaan Suwat enseñaba una práctica muy útil. Después de prestar atención a lo que le sucede en la muerte, hay que centrarse en la mente que es consciente de todo esto, y ver que ella es completamente independiente. Esta comprensión permite que las meditaciones sobre la muerte no se conviertan en deprimentes, aunque den un fuerte sentido de lo inestable que es el cuerpo.

Si realmente nos enfrentamos a nuestro miedo a la muerte, la vida en última instancia será más ligera y más alegre, disfrutaremos el momento presente. No se propone la conciencia la muerte para deprimirse. Más bien ella mejora nuestra capacidad de vivir más plenamente, apreciando la vida.

Si comprendemos la realidad de la muerte, nos trataremos unos a otros de manera diferente. Una vez se preguntó cómo podemos hacer nuestra vida más espiritual, y la respuesta fue: Recuerda que todas las personas con que te encuentras, todos los que vemos, algún día tendrán que morir. Y esto tiene razón. Ese conocimiento cambia toda nuestra relación con la gente.

La vida es una gran maestra y la muerte también es una gran maestra. La muerte está alrededor nuestro en todas partes. Por lo general, siguiendo el ejemplo de nuestra cultura, la evitamos. Pero si abrimos  el corazón a este hecho de la vida, puede ser de gran ayuda para nosotros. Nos enseña cómo vivir.

De “Vivir a la Luz de la muerte: El arte de estar verdaderamente vivo”,
por Larry Rosenberg


VIDA PLENA, MUERTE SERENA

Preparacion para la muerte
Seminario los Miercoles 2 al 23 de Octubre 7-9 pm
o los Sabados 5 al 26 de Octubre 10.30 am-12.30

Una explicacion teorica de la muerte y el morir.
Medidas practicas para comprenderla y prepararse
de forma serena y enriquecedora
segun la tradicion tibetana

La vida es preciosa, aprovechala conscientemente
Una vida plena otorga una muerte serena y sin miedo
Con la muerte presente gozas mas intensamente el ahora

Prepararse para la propia muerte inevitable es inteligente
Prepararse para la muerte de los otros es prudente
Aprende a hacer el duelo como dolor sin sufrimiento
Conocer y anticipar lo desconocido quita el temor
La muerte es natural, es parte de la vida
En Oriente el morir es una oportunidad de Iluminacion

Meditaciones guiadas
para el bienestar mental y emocional
 Donacion S/. 120 por las 4 clases

Por Juan Jose Bustamante,
Profesor de Budismo de la Universidad Catolica desde 1989.
Estudia y practica la meditacion por 40 años.
Estudia en la India con Lama Wang Dor en 1983-1984.
24 años de experiencia enseñando.

En Calle Enrique Palacios 1125-C, Miraflores,
Instituto Peruano de Estudios Budistas,
(altura 10 de Av. Pardo),
Estacionamiento vigilado Calle Chacaltana cdra. 2
Tlfs. 4455003 y 999467542
 

domingo, 22 de septiembre de 2013

Retiro en Cieneguilla UNA MENTE DESPEJADA COMO EL CIELO: ATENCIÓN SABIA, CONCIENCIA ABIERTA




La Meditación cobra vida a través de una creciente capacidad para liberarnos de  nuestros enredos habituales en pequeñas historias y planes, conflictos y preocupaciones, los que nos encadenan y causan que tengamos un sentido pequeño de nosotros mismos. Así descansaremos en la conciencia misma, que es vasta y despejada como el cielo. En la meditación hacemos esto simplemente reconociendo momento a momento las condiciones cambiantes de la mente, el placer y el dolor, la alabanza y la culpa, la letanía de las ideas y pensamientos, y las expectativas que nos planteamos. Sin identificarse con ellos, podemos descansar en la propia conciencia, más allá de las condiciones cambiantes, y la experiencia de lo que el maestro de meditación tailandés Ajahn Chah llamaba jai pongsai, nuestra natural levedad del corazón, del ser. El desarrollo de esta capacidad de descansar en la conciencia nutre la concentración (samadhi), lo que estabiliza y clarifica la mente, y da sabiduría (prajna), para ver las cosas como son.

Podemos emplear esta consciencia o atención sabia desde el principio. Cuando nos sentamos a meditar, la mejor estrategia es observar simplemente cualquier estado de nuestro cuerpo o la mente que esté presente. Para sentar las bases de la atención plena, el Buda instruye a sus seguidores “observar si el cuerpo y la mente se distrae o es constante, si está enojada o pacífica, ansiosa o preocupada, si estamos contraídos o relajados en libertad, atados o libres”. Observando si es así, se hacen unas cuantas respiraciones profundas y nos relajamos, y así hacemos espacio para cualquier situación que se nos presente.

A partir de esta base de aceptación, aprendemos a utilizar el poder transformador de la atención de una manera flexible y maleable. La atención plena o sabia –consciencia– puede funcionar como una lente de acercamiento o zoom. A menudo es útil para nuestra práctica constante una atención cercana y detallada. En este proceso ponemos esmerada atención y un enfoque muy cercano en la respiración o en una sensación, o en el movimiento preciso del sentimiento o del pensamiento. Con el tiempo podemos llegar a estar tan absortos que sujeto y objeto desaparecen. Nos convertimos en la respiración, nos convertimos en la sensación en el cuerpo, nos convertimos en la tristeza o la alegría, o en el cielo. Nos sentimos nosotros mismos naciendo y muriendo con cada respiración, en cada experiencia. El enganche o apego en el sentido ordinario se disuelve; nuestros problemas y miedos caen lejos. Toda nuestra experiencia del mundo se muestra a sí misma como impermanente, inasible y desinteresada. Nace la sabiduría.


Adaptado de "A Mind like Sky: Wise Attention, Open Awareness" por Kack Kornfield, en el Shambhala Sun, Mayo 2003

Retiro de Meditacion Intensiva
en Cieneguilla
Martes 8 de Octubre (Feriado)
De 10 am a 5 pm, de regreso en Lima a las 6 pm
 



Una mente despejada como el cielo
–Manejar ansiedad  y estres–

Se intercalara meditaciones sentadas
con meditaciones caminando

Para todo nivel de nuevos a avanzados

Disfrutar de un dia en el campo –esta saliendo sol estos días– en medio de un jardín y arboles frondosos, aprender a manejar circunstancias de la vida. Inscripcion previa; se dara almuerzo y movilidad. Llevar sombrero, repelente, ropa de abrigo para la tarde, una manta para echarse en el jardín, llevar zapatos y medias para prevenir molestias de insectos. Se meditara en sillas.

Inscripcion hasta el Sabado 5 de Octubre



Inscripcion hasta el Sabado 5 de Octubre

Se recibe una donacion de S/. 150 por todo el seminario, incluyendo movilidad, almuerzo, enseñanza y participación en las practicas dirigidas.
Si llevan su propio almuerzo y van en nuestra movilidad S/. 125
Si van en movilidad publica o propia, y toman nuestro almuerzo, S/. 125
–se dara un plano–
Si asisten sin almuerzo ni movilidad S/. 100.
*Especificar si se desea comida vegetariana.

Salida: Parque al costado ex cine Orrantia sobre la Av. Arequipa 9 am
Llegar entre 8.30 y 9 am para salir a las 9 am


Para inscribirse telefonear al tlf. 4455003 o al 999467542,
y depositar hasta el Sábado 5 de Octubre en las cuentas
y hacernos llegar el voucher escaneado al correo kunzan@hotmail.com

–Banco de Crédito: Ahorro soles 193-17022608-0-53.
Interbancario S/. 00219311702260805319
–Banco Continental: Ahorro soles 0011-0120-0200079585,
Interbancario S/. 01112000020007958532