jueves, 19 de enero de 2017

LOS SIETE DELEITES DE LA MENTE -Por GOTSANGPA, Siglo XII


Gotsangpa: Los Siete Deleites. Texto budista del siglo XII
Traducido por Maximino Miyar Teja
Namo Ratna Gurú (Homenaje a la joya que es el maestro)
1) Cuando los pensamientos con respecto a que hay algo que es percibido, y alguien que está percibiendo, seducen mi mente dispersándola y atrayéndola, yo no cierro las puertas de mis sentidos para meditar sin ellos; al contrario, me hundo directamente dentro de su naturaleza esencial (la Vacuidad)
2) Tales pensamientos son como nubes en el cielo; donde ellos vuelan, parece existir este reflejo. ¡Los pensamientos que surgen, son para mí un absoluto deleite!
2) Cuando estoy atrapado y dirigido por las aflicciones (kleshas), y cuando su calor me está abrasando, yo no intento aplicar un antídoto para eliminarlas; sino que de forma similar a un alquimista, cuya poción transforma el metal en oro, lo que está dentro de las aflicciones es el poder de otorgar un gozo sin contaminación, completamente libre de impurezas. ¡El surgir de las aflicciones, que absoluto deleite!
3) Cuando yo estoy sufriendo la plaga de los beneficios de los dioses mundanos, o las interferencias de las fuerzas demoníacas, yo no los llevo a un lugar alejado por medio de rituales y mantras; lo que ha de ser ahuyentado es la forma egoísta de pensar que están construida en base a la idea de una entidad personal inherentemente existente. Esto hará que aquellos que están incluidos dentro de la categoría de los maras (Los cuatro
Maras: 1) el mara de los agregados ; 2) el mara de las aflicciones, 3) el mara que es el Señor
de la Muerte; 4) el Mara Celestial, que gobierna sobre los dioses que tienen el “poder sobre las emociones de otros”), lleguen a convertirse en tus fuerzas especiales. ¡Cuando surgen los obstáculos, qué absoluto deleite!
4) Cuando la existencia cíclica (samsara), con todas sus angustias, me hace retorcerme preso de sus tormentos, en vez de sumirme en la miseria, yo cojo la carga más pesada que haya para viajar por el Camino del Gran Vehículo (Mahayana), y dejo que sea la compasión la que me impulse. ¡Coger para mí todos los sufrimientos de los otros, cuando las consecuencias kármicas florecen, qué absoluto deleite!
5) Cuando mi cuerpo ha sucumbido a los ataques de una penosa enfermedad, yo no busco un remedio en las medicinas, sino que cojo a esa misma enfermedad como un sendero, y por medio de su poder elimino los oscurecimientos que me están bloqueando, y lo utilizo para incrementar las cualidades que merecen la pena. ¡Cuando la enfermedad levanta su cabeza, que absoluto deleite!
6) Cuando llega la hora de abandonar este cuerpo, esta cubierta ilusoria, que ello no te cause ansiedad ni pesar; en lo que debieras de entrenarte y debiera de quedar despejado de toda duda para ti, es que no hay tal cosa como el morir; es solo la Luz Clara, la madre, y la luz clara del hijo que se están uniendo. ¡Cuando la mente abandona el cuerpo, que absoluto deleite!7) Cuando las cosas no marchan bien, cuando todo parece levantarse contra ti, no intentes encontrar una forma para cambiarlo todo; aquí el punto esencial de tu práctica es cambiar la forma en la que tú ves las cosas; no intentes detenerlas o mejorarlas. Las condiciones adversas surgen (por el poder del karma, fruto de las acciones anteriores, y cuya maduración es inevitable) ¡Es tan deleitante cuando esto sucede!
¡Ellas han hecho posible una pequeña canción de absoluto deleite!
Trad. al castellano por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso. Editado 3-09-2014.